sábado, 10 de septiembre de 2011

Ella.

5 min. De llanto.

Son las 5 pm en el metro Ciudad Universitaria, es el primer día de clases. El reloj en la muñeca de un joven que comienza a caminar hacia la salida, claro apompañandolo, apenas nota a los cientos que caminan apurados a su alrededor. Lleva al hombro una mochila color negro, muy desgastada. Dentro de ésta dos cuadernos de recicle junto con una pluma y lápiz. Avanza con un paso firme, seguro y decidido. Una mirada de fuego, desoladora; una mirada del que ha vista el destino, con una apariencia no menos distante. No particularmente amenazadora, pero peculiar.

El problema que lo ha cambiado no tiene mucho de haber acabado. Se le denomina estudiante, activista, hijo, ejemplo, afortunado, uno entre 10, fondo de retiro y otras. Pero en su mente el sigue siendo el obrero que ha sido los últimos años. En su mente cabe una idea. Sigue caminando hipnotizado, su mente desconoce toda idea en este momento. Ni siquiera la luz, o los olores, él calor, ningún personaje es más importante que ella.

Personaje evitado por años, por que simplemente ella no existía. La verdadera razón del por que ella no fue principal en su cabeza no lo se. Puede que no era lo que hoy es. O que era un objetivo. Ella ignorada y poderosa, con pensamientos de soportar cuanto pase y como pase. Su mente la ha ignorado, si mato el dolor físico es lógico que lo intentara con el mental. Sea ha dejado de cuestionar. Bueno eso fue antes de bajar del metro y entrar a donde ha soñado.

La pregunta en su cabeza resulta interesante casi tanto que palidece a su historia ahora. ¿Después alcanzarlo el sueño, vale la pena cambiar esa vida a la que por más que niegue se ha acostumbrad? ¿Vale la pena, de verdad todo los adjetivos que sobre su cabeza pesan? Rodeado de estudiantes, seres iguales en edad y apariencia. Pero de algún modo no les considera sus pares, son extraños a sus herman@s. Gente que para su ver carecen de la cordialidad o del honor de sus pares obreros. ¿Qué les falta a unos para ser como los otros y viceversa?

Cuando su vista se reactiva se ve caminado para la parada del Puma bus. Se detiene un momento y ve sus manos, después de una década de trabajo. Uno que otro callo pero más que nada lo que llama su atención son las cicatrizases. La mayoría son cortaduras y otras son por quemadas. Todas para él son medallas condecoraciones de años de combate. Cada una parte de las que lleva en el corazón. Pero lo que le concierne es ella. El objetivo convertido en la realidad con toques de memoria. En su mente rellena de soledad le hace ver imágenes de una mujer que no existe. Es lo que siguió, es por lo que casi se mata de cansancio. Ella es las mujeres que se ha negado tener.

Ella es su soledad hecha realidad camina sin cesar esperando alcanzarla. Está rodeado y está solo. Se sube al Puma Bus con dirección a rectoría. Se sienta hasta atrás y ella encontró lugar al frente. Es una idea pero lo es todo. Bueno lo ha sido. Que paso con lo que buscó. El camino es corto en el camión. Largo viendola y peor pensando en lo que ha pasado. Él está dentro de su sueño, pero el sueño no es lo que pensó. Creyó que dentro de el encotraría la querida libertad.

Su lucha no ha sido el camino bello, su mente y corazón se han enamorado del camino. Llega a su destino y comienza a caminar al edificio de rectoría. A los pocos pasos ella corre, él no sabe que hacer. Tiembla ante el espectáculo de ver su sueño enfrentado con su vida. Con una realidad diferente a lo que creyó desear. Sus dudas de acumulan y conjugan el recuerdo de los pueblos que más ha amado. De las bodegas y horas de trabajo duro, todos ellos el ama esto. Camina lento ya con la vista en el imponente edificio. El temblor se hace muy evidente en sus manos. Ella ya está parada en frente éste.

Por fin llega su destino y viendo lo que ha logrado, regresa a sus manos para entender que por fin puede llorar. Y sobre todo puede hacer lo que quiera. Cae de rodillas, sus manos desvanecen tocando el suelo. Voltea la vista intentando ver donde termina el edificio. Comienza a llorar sin poder parar. A dejado de tener miedo, está listo para ir. Se quiere ir, él no pertenece aquí su lugar está muy lejos. Ella ya no está en ningún lado el espectáculo llama la atención, no se sabe si actúa o es real. Él por fin es real.

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