De que se trata el combate.
O si quiera saben que ya empezó la guerra.
Hoy en día se ve mucho de lo que pasa en México como una terrible tragedia. Consecuencia de una guerra en contra del narco. O un acto de mentiras orquestadas por el estado, sea lo que sea seguimos viendo la muerte rodeando las escuelas y a nosotros. Los jóvenes. Somos nosotros lo que hemos perdido la guerra. Somos carne de cañón para ambos lados. O para todos los lados. Izquierda, derecha y el narco, y todos lo que estén en medio. Ellos, todos ellos nos quieren muertos o siguiéndolos. Comprando y vendiendo todo lo que es nuestro. Si bien hemos de morir que importa hacerlo de un lado o del otro.
Es mi opinión decir que si existe diferencia. La muerte es inevitable pero es un hecho que aún hoy tiene su significado. Aún con 30 mil o 50 muertos o los que se junten de aquí al 2012 y 15. cada una tendrá su valor. Pero lo que quiero dejar muy claro es que estas muertes, todas estas son un acto de guerra. Uno contra una clase definida sólo por la edad. Hoy ser joven exige ser parte de alguna lucha, por lo menos tener un bando bien definido. Mentar madres a quién sea. Y si se puede evitar caer abatido los más que se pueda. Nosotros y nuestra falta de visión es lo que nos a vuelto fácil instrumento de manipulación. Somos lo que matamos y morimos. ¿Cuál de nuestros lideres de izquierda o de derecha el día de hoy esta dispuesto a morir o pelear al frente?
Ninguno, y por que lo harían, nos tienen a nosotros 7 millones de idiotas que darán su vida por abrazar una esperanza. Para ellos no somos nada. Un ejemplo claro y fuerte de como nuestras acciones son arma de doble filo. Cada vez que salimos a las calles a reclamar que el estado nos a fallado, este de la manera más bonachona y bien estudiada solamente tiene que decir. -Pero si tienen libertad de expresión y a la información, ¿cuándo los hemos agredido, acaso no tienen representantes, que no cuando lleguemos a 2012 renovaremos y trabajaremos para todo México?- O más simple aún, no dicen nada. La verdad es que nuestra acción civil no sirve, no cambia nada. El estado tiene años estudiándonos y a mantenido durante años una fuerza incansable de inteligencia capaz de corromper y penetrar cualquier organización disidente. Me atrevo a decir a ellos les conviene que salgamos y hagamos demostraciones publicas, que nos comportemos mal, que actuemos de manera extravagante y seamos blanco fácil a la critica.
Cada vez que “nos alejamos de lo establecido” lo reforzamos. Cada vez que nuestras moicanas y rastas se ven en televisión los medios del estado lo usan para atacarnos. Ellos dicen que somos libres de pensar y de parecer lo que queramos. Nunca ser dueños. Y nosotros decimos; no me importa lo que la gente piense de mi. Es aquí donde perdemos toda nuestra fuerza y organización. Queremos cambios sociales. Tenemos que buscar ser aceptado por la la sociedad civil, no tenemos que espantar, tenemos que invitar. Si nos matan y no reclaman, es muy simple. Al separarnos hemos perdido la fuerza. No podemos cambiar las cosas estando a fuera del sistema. Ni fusionando de manera aparte de este. Si algo es seguro la única manera de destruir un sistema es sobre cargarlo.
Tenemos que tomar el control. No depender de los que sólo quieren el poder. Tenemos que participar desde adentro ser tan aceptados por la sociedad en general que la revolución sea inevitable. Tenemos que tomar las herramientas más efectivas del poder y usarlas en su contra. La revolución del siglo 21 no esta en las calles, ni en las reformas. Esta en una lucha social muy diferente a la de otras eras. Este movimiento no sera orgánico, no se dará de manera espontánea ni se organizara como los movimientos del siglo pasado. Muy simple, este fallaría como lo han estado haciendo. El estado y los órganos mundiales del capital lo tienen muy bien estudiado.
Pero a diferencia de ellos. Nosotros parecemos no llevar registro, ni memoria de su manera de actuar. Y esto se comprueba de una manera muy simple. Seguimos haciendo las cosas de la misma manera. Salimos a las calles cuando el estado y las empresas ya dieron el putazo o es inevitable que lo den. De lo que hablo, ellos si se están coordinando. Nuestra doctrina y moral son altos. Pero de que vale salir a pelear cuando el enemigo controla todas las demás condiciones de la batalla.
Que acaso nosotros no podemos actuar de manera fría y bien calculada contra el estado y la mala disque izquierda electorera que sólo quiere el poder para ellos. Ya estamos en guerra. Y la manera más clara es que ellos así están actuando. Pero nosotros o muchos aún creen que algún político podrá cambiar las cosas. Creen en el sueño de la renovación de izquierda por medio de las instituciones. Rosa Luxemburgo nos lo advirtió. Los socialdemócratas le darán la espalda a la izquierda y adoptaran las medidas de los poderosos. La representación y la reforma nunca nos darán la victoria. El poderoso las ocupara para mantener su poder. El obrero y la sociedad en general nunca alcanzara el poder por estos medios.
No me mal interpreten. No digo que volvamos a un feroz socialismo. Por que el estado y sus fuerzas están preparadas para esto. Mi punto es la infiltración y lucha interna por el poder. Un estudio muy dedicado y leal a la lucha social. Mi propuesta es tomar las instituciones y acabarlas desde adentro. Un ataque al puro estilo de un virus, parecer ser lo que no somos. Acabarlos donde no se pueden defender, donde sus fuerzas militares y policiales no puedan atacar. Acabar con ellos como lo hacen sus enemigos y aniquilarlos a estos de la misma manera (el narco y sus fuerza corruptora del estado).
La sobre carga al sistema es un ataque encubierto de inteligencia. Y esta es la palabra, inteligencia, las demostraciones publicas de poder carecen de impacto. Las muestras publicas de terror menos ayudan a la imagen. Pero una prolija y aceptable organización sin motivación política aparente, conformada por jóvenes estudiantes, profesionistas y trabajadores llenos de buenas intenciones. ¿Cómo no serían aceptados? Una imagen prolija y de muy buen ver, libres de banderas visibles, claro tampoco hay que estar uniformados. Participando y estudiando las acciones de los opresores desde lo más profundo de sus casas e instituciones. Y por que sólo cuando podemos atacar y cansarlos por la derecha y la izquierda. Es cuando ellos no podrán para la movilización publica.
Actuar desde todas las trincheras para no tener que tomar ninguna. Este es el único camino verdadero a la revolución del siglo 21. Uno en el que la fuerza y la muerte no sean necesarios, la lucha de poder se vería dañada desde las entrañas. El estado y el presidente no sabría como es que se sabemos lo que no se deberíamos saber. Manejarnos más allá de su vista y forma de actuar. Ser nosotros los cocineros no el platillo. Mientras tanto nuestros hermanos seguirán en la calle peleando y luchando. Pero con la diferencia que no estarán solos.
La guerra que nos han declarado es extraordinariamente bien planeada. No queda más que sentir simpatía por su dedicación a la manipulación y al engaño. Su absoluta convicción en acabarnos y hacernos aplaudir mientras lo hacen. Su esfuerzo es global el nuestro comenzaría de manera local pero podemos soñar con llegar más allá. Pero lo importante y lo que creo será un punto difícil sera ver, que tanto estarán dispuestos en perder los que acepten este tipo de lucha. Como todo movimiento revolucionario tendrá sus grandes perdidas personales pero este en especial demandara una fuerza de voluntad espectacular.
Pero creo que de eso escribiré mañana. Esta es mi postura y mientras la desarrollo prefiero seguir anónimo. Un abrazo revolucionario y hoy celebramos la memoria de un grande del siglo 20. Zapaaaaaaaata vive, laaaaaaaaaaa luuuuucha sigue.
